Besuqueo
- Maki

- 15 jul 2020
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 16 jul 2020

Calculo que a los dos minutos de empezada la película - un grupo de amigos que parten juntos de vacaciones- ya se han intercambiado 20 besos en pantalla. Siete amigos, a dos besos por coco y por cachete te dan 20. Quita o pon uno que se olvidó por distraído, aunque dada la cultura bien instalada del besuqueo es muy improbable que suceda.
De entrada sabemos que estamos frente a una película francesa. Si hubiera duda al minuto de terminada la besuqueadera todos se sientan en la mesa y se ponen a comer cosas exquisitas como ostras con vino rosé. Volverán a comer cada 10 minutos. Solo en una película francesa.
Si la película es gringa las mujeres se saludan sin acercarse dando grititos: “Hi!!!!!! Hellooooo!!! Hi!!!!!” y nadie nunca comerá nada. Máximo se pasearán con un café de Starbucks o un tazón en la mano todo el rato- el café debe andar helado. Nunca dirán “Good morning” o tampoco “How are you?”, esa costumbre está reservada a los ingleses. En cualquier caso, ni los gringos ni los ingleses se besan. Nunca. Salvo las esposas de los “One Percenters” -el 1% de personas que posee el 40% de la riqueza en los EE UU- la gente de la moda o del teatro en Nueva York donde se perfeccionó el arte de air kissing -que no son besitos al aire como dan los bebés sino besitos dados en el aire. Explico: dos personas de las categorías anteriores se acercan, se inclinan, no se tocan, fruncen los labios y hacen ¡mua!¡mua! derecha e izquierda para que así parezca más Continental o sea más francés.
Pero hay más. En Francia, se besa mucho. La mano, los Generales -entre sí- los hombres en general (esto vale tambien para Italia y España, pero no para los griegos porque con tanta pederastia en la Antigua Grecia tienen miedo a que los confundan). Se besa mucho en el campo frances donde la ausencia de sofisticación está en directa correlación con la cantidad de besos y en los pueblos cuatro besos en cada saludo es de rigor. No le digo, amable lector, lo que demora la salida de la Iglesia.
Vale considerar que el besuqueo en Francia solo empieza cuando uno conoce muy bien a la persona o es su pariente muy cercano. Si no basta con darse la mano.
Saltamos a América Latina y entramos de cabeza en el full besuqueo. Aquí besa todo el mundo. Los jóvenes, los ejecutivos en las oficinas, los feligreses en misa, los médicos con los pacientes (poco higienico) el maitre de la parrilla y el carpintero que viene a reparar el techo. La gente que aún no se ha presentado te planta un osculo si o si. Yo vengo de una familia poco besucona y trato valientemente de adelantarme y extender la mano pero ni por esas. El presentado siempre termina dándome un jalón y me planta un beso, quieras o no. No vale quitar la cara, porque quedas como sobrada: no es PC*. La pandemia tiene poco de rescatable pero si hay algo bueno. Entre el distanciamiento y la mascarilla por lo menos se acabo el besuqueo forzoso y obligatorio. Por mucho tiempo. Espero que sea definitivo.
*Politically correct.




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