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Inventando.

Un espacio para contar historias

Como no conocí a Peter Beard

  • Foto del escritor: Maki
    Maki
  • 15 may 2020
  • 2 Min. de lectura

Actualizado: 20 may 2020

Durante treinta años busqué ‘TheEnd of theGame’ el libro de los diarios ilustrados de Peter Beard sobre el África, sin suerte. Un año el libro apareció como por arte de magia sobre la mesa de una casa que alquilamos en una isla del Caribe. Pensé en todo.Ofrecer compra, robármelo.Opté por leerlo de un tirón. “Cuando por primera vez huí al África Oriental los Mau Mau estaban justo quemando Treetops.Hoy es un gigantesco estacionamiento plagado de turistas”, empieza.Si Ud. paciente lector no ha escuchado hablar de Beard es imposible que se lo explique en un par de párrafos. Búsquelo. Fotógrafo, pintor, aristócrata, ilustrador, cazador, amigo de Wharhol, Bacon, Capote y Dalí pero más importante amigo de Karen Blixen quien publicó los cuentos y novelas más refinados del siglo XX y es quizás su más grande escritora. El último día en la isla mi amable marido me sorprendió con una edición de segunda mano del libro de Beard que encontró en una galería.Me regresé feliz al Perú abrazada del marmotreto de 4 kilos.


Beard se graduó de Yale y enseguida compró 18 hectáreas en las colinas cerca de Nairobi y se instaló en Hog´s Ranch. Erigió una enorme carpa que amobló con pieles salvajes, cuero inglés y un refinamiento propio de los grandes estetas y los grandes señores. Se bañaba desnudo en una ducha al exterior. De vez en cuando volvía a Nueva York y fotografiaba a las modelos más cotizadas. Beard era sumamente guapo y tenía gran éxito con las mujeres. En África descubrió a Imán y fue también muy amigo de Bowie a quien fotografió.


Cuando volví a Lima escribí un par de columnas sobre él; quería que los lectores del Perú lo conozcan.Las traduje al inglés y en mi próximo viaje a Nueva York ubiqué su estudio en el Meatpacking District y para allá fui a solicitarle una entrevista.Dejé todo con su asistente y días después me llamó su mujer a East Hamptondonde pasamos los veranos.Fue muy dura, hasta agresiva.Me negó la entrevista.“Ud. escribe muchas inexactitudes sobre mi marido”. Me disculpé confundida.Le dije que lo admiraba muchísimo y que mi deseo era que en el Perú conocieran la vida y la obra de este hombre extraordinario. “I am a fan” le dije, herida.


Contestó que su marido no necesitaba publicidad, que ya era muy conocido en el Perú.Qué raro, pensé.Había estado tan cerca de conocerlo y ahora perdía la oportunidad. Luego supe que Beard de 76 años sufría de demencia y comprendí que su mujer lo había querido proteger de miradas extrañas.


El pasado 19 de Abril, después de andar deambulando perdido durante 20 días, Peter Beard apareció muerto en los bosques de Montauk, Long Island, donde tenía su casa. Murió como una fiera salvaje, en plena naturaleza, cerca de East Hampton donde veraneábamos. Nuestros destinos volvieron a cruzarse pero sin tocarse.

 
 
 

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