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Inventando.

Un espacio para contar historias

Tomates podridos

  • Foto del escritor: Maki
    Maki
  • 13 sept 2020
  • 3 Min. de lectura

No se necesita ser peruano ni vivir en el país para sentir vergüenza de lo que pasa allí, que por cierto no es privilegio solo de nosotros, bueno fuera. Pero en este castigado Perú vamos de problema en problema, de tragedia en tragedia y también como si fuera poco vergüenza en vergüenza.


Un resumen para los que no están enterados –y no los culpo

.En días pasados estallaron dos escándalos por separado.Uno en el Servicio Diplomático del Perú,donde por citar a un amigo campea no el “esprit de corps”, sino el “esprit de porc”.


La pieza se jugó en dos partes, una remota hace un par de años, y la otra ahorita nomás.



. La primera narra un episodio entre un Embajador y su personal y uno se queda de piedra, si señores de piedra, cuando ve el trato ya no confianzudo sino directamente chabacano y procaz de alguien encargado de representar al Perú y que se supone fue a colegio de paga. Un bochorno.

Como si fuera poco ahora resulta que al tal embajador le tendieron una trampa ¿quiénes? ¿Espías de un país enemigo? No señores. Sus propios colegas de carrera, los más altos funcionarios en el Palacio de Torre Tagle (así se llama la estupenda sede de Servicio) que más que Palacio ahora parece colectora de aguas servidas.

Yo, la verdad, no salgo de mi asombro, como pagamos a esa gente, los hacemos estudiar, los mandamos fuera como Jefe de Misión y me consta, porque he sido Agregada Cultural en Paris, con sueldazos y mil gollerías, para que en el mejor de los casos hagan poco o nada (salvo ahorrar, pasar todos los gastos a Lima hasta la última lonja de jamón y a su regreso al Perú comprarse una casa o depa en la playa).

Hay excepciones claro, pero son pocas; en Paris, en 14 años, no vi ninguna.


Y ahora tenemos el escandalazo que sacude al otro Palacio, el de Pizarro (como verá el sufrido lector en el Perú hay mucho palacio, de allí que haya mucho cortesano, pero desgraciadamente poca conducta regia) donde vive el Presidente del Perú.Esta vez estamos entre el sainete, la ópera bufa y las ganas de llorar.¿De dónde sacan éstos asesores? (¿También habría que preguntarse de dónde sacamos éstos presidentes?).Como en los sainetes hay mujeres despechadas, hombres rencorosos y diálogos directamente salidos de la telenovela de las cinco, todo grabado para provecho de unos y gozo de muchos.


La Secretaria: “Ay…Richard. ¡Tú me conoces!”(Cuando alguien alega eso es que por lo general no la conocen ni en pelea de perros).


El Asesor, el tal Richard: “Tengo todo guardado lo de Martín*. Todo. Todo. Ese señor cerró el Congreso porque yo se lo ordené. Así que yo hago todo el trabajo para que Martín llegue a ser Presidente. Desde cuando hacíamos lo de Canadá. Si ese señor está allí donde está es por este humilde servidor (hincapié en lo de humilde)”. Continua, “Saqué mi computadora, saqué mi PC por cuidarlo a él. Saqué todo, todo, todo, a buen recaudo”. Preocupado que alguien se vaya a perder su importancia continua: “De Soto** sabe lo inteligente que soy”.


Parece que el gobierno de Carapálida -como se refiere a Vizcarra este sujeto que se hace llamar Swing (no es invento)- lo manejaba a su antojo el antes mencionado asesor/cantautor rollizo de voz meliflua.

Y luego ella continua llorosa, “Myriam se encargó de ponerme en contra al señor y dice que la que le coqueteaba al señor era yo. No es que él todo me ha dicho (¿!?). Yo nunca te he negado Richard. Nunca he hablado mal de ti” y Richard sigue con la suya “¿Está apagado tu teléfono? ¡Mira! ¡Porque yo meto bala!”

Y todos grabando a todos.


Esto tiene que parar. Estamos hartos.

Hartos de desgobierno, de políticos zangoloteando al país, de gente aferrada al poder que le importa un crj el Perú.


Basta de tomates podridos.


Hay que terminar con la ola de gobernantes mentirosos o mafiosos, de asesores con nombre de baile y de secretarias asustadas de dudosa sintaxis. Hay que parar con las grabaciones (¿o es que ya nadie se acuerda de Montesinos?) y de paso que el servicio diplomático deje de meterse cabes y se ocupe de los suyo.


Si posible con mejores modales. Digo, sería lo ideal.


* Martín Vizcarra actual Presidente del Perú

** Hernando de Soto, economista peruano de renombre y Fundador del Instituto de Libertad y Democracia.

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