El Mar que nos rodea
- Maki
- 17 ago 2021
- 2 Min. de lectura

Las últimas publicaciones de las declaraciones de ese sujeto que se dice Canciller del Perú colmaron mi nivel de indignación. Hace tiempo que no lloro. Es una de las ventajas que traen los años. Las penas se minimizan y uno se acostumbra a recibir malas noticias. Pero la rabia, que me llevó a las lágrimas al escuchar este tipo mal nacido -¿será el momento de volver a poner sobre el tapete el famoso hdp que tanta polvareda levantó?- lo consiguió.

Nací en Lima frente al mar de Grau. Desde hace tiempo veo un país socavado por la miseria moral de sus dirigentes y por los políticos que miente, roban y no sirven para nada. Un país que nada en caca. Y ahora este impresentable ¡que nos representa como país! se lanza a acusar a la Marina de Guerra del Perú de haber sido un peón de la CIA y los verdaderos artífices y responsables de Sendero Luminoso.
Hay que ser caradura.
Nuestra Marina de Guerra es una de las pocas instituciones de las que podemos estar orgullosos. Honorable, seria, bien informada y disciplinada, velando siempre por nuestra seguridad, herederos dignos del Almirante Grau. El Perú tiene pocas cosas que unen a pobres y ricos, a serranos y costeños, a limeños y provincianos: una es la comida y la otra es Grau. Allí no hay discusión.
La comida peruana es de primera -más viajo y más me convenzo- y la gesta de Grau es un ejemplo moral para todos los peruanos. Igual lo aprende el niño que va a una escuelita rural a 4 mil metros de altura que el niño que va con chofer al Markham College de Lima. Esos son los hilos conductores que forjan una identidad nacional, ese lugar donde todos podemos reconocernos.

¿Y este hdp no encontró nada mejor que ir a atacar a aquellos que nos defendieron y murieron luchando contra los malos peruanos que como él destruyeron familias enteras con un salvajismo nunca visto?
¿Esto es el Canciller del Perú?
Es que está viejo y senil y seguro que chocho, me dicen algunos. Justamente los viejos seniles hablan sin filtro, por eso es que son pesados y desagradables. El ex guerrillero dijo exactamente lo que se tenía guardado 60 años. Nos espetó su dialéctica comunista vintage y volcó su veneno y su odio al arma que nos facilitó la inteligencia para derrotar a sus secuaces de Sendero. Casi peor que él es gente que no está chocha, y que mata por una embajada, se da cuarenta caídas por tener figuración y trata de blanquear a este hdp para quedar bien con su patrón de turno.

O salimos de esta gentuza de una vez por todas y seguimos nadando en el Mar de Grau o nos hundimos en un mar de caca.
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