La Zanja
- Maki
- 11 jul 2021
- 3 Min. de lectura

Somos un país de sordos parados al borde de un abismo gritando a través de una zanja.
Desde la malhadada elección del 6 de Junio no se escuchan sino reproches, acusaciones y reclamos y nadie oye a nadie porque ya todos se formaron su idea de la verdad.
Según a quién se lea o a quién se vea, de antemano sabemos lo que va a decir; el elemento sorpresa durante el dialogo desapareció y la posibilidad que un buen argumento, bien sustentado haga cambiar de idea a alguien es un espejismo.
Aclarado este punto comprobamos que la división del país desterró la tolerancia y que el discurso se fue al tacho. ¿Qué se puede esperar cuando las posiciones son irreductibles y no se escucha un mea culpa ni por equivocación?

He leído todo lo que cae en mis manos, he visto un sinfín de Youtubes con intervenciones de tirios y troyanos más o menos felices y nunca escuché a nadie ni siquiera sugerir, “Si, pues: aquí nos equivocamos”.
Acusaciones todas, auto crítica cero.
La m…..siempre se tira lejos para que le caiga al otro.
Aún después de la debacle los que no son antisistema, que presentaron 5 candidatos más o menos iguales -y entre todos eligieron para la segunda vuelta a la que tenía la mochila más pesada y menos chance de ganar- no he escuchado de parte de los susodichos aspirantes a presidente ni un solo mea culpa. Es triste si no fuera tan grave. Eso sí todos estamos de acuerdo que el enemigo que viene a destruirnos está en la vereda de enfrente -que dicho sea de paso colocó bien sus fichas en puestos claves desde hace mucho tiempo, mientras que los otros dormían felices en sus respectivas burbujas.
Todo mal. Y nadie asume.
Nadie asume cómo terminamos con un JNE que no ve sino por un solo ojo, como se armó una campaña de prensa en el extranjero con una sola visión y una sola versión. ¿Dónde estaban los graduados de la Pacífico y de Harvard esos con maestrías pa’ tirar pa’l techo? No fueron capaces de ver el tinglado que se montaba a sus espaldas y armar una estrategia de comunicación que valga. ¿Y de los personeros, qué?¿Acaso los partido tradicionales no tenían capacidad de movilizar gente para cuidar los votos? ¿Qué del altísimo porcentaje de los que no votaron en Miraflores o San Isidro porque les daba flojera salir un domingo a hacer cola?
No escucho a nadie decir “lo siento, podría haberlo hecho mejor”.
Todo esto creó las condiciones perfectas para el fraude. Tampoco basta con gritar fraude frente al fait accompli. Hay que tener visión, olfato y sensibilidad para entender lo que nos rodeaba. Montar una campaña inteligente, de consenso, y escoger la mejor opción para el Perú –que definitivamente no era ir con 5 candidatos dispersando votos; con uno solo

aunque fuera regular la cosa estaba volteada y hoy todos en casa tranquilos trabajando contra el Covid y a favor del Perú en vez de mirar horrorizados como nos ahogamos y el país se va al diablo en cámara lenta.
Y aun así, paciente lector, siguen los hondazos de lodo, las arengas incendiarias no cesan. ¿Cómo hacer para no solo gobernar sino sanar al país? Las posiciones que observo ya no son ni siquiera ideológicas son de puro susto, de puro hígado y de pura sed de venganza. Importa mucho menos la salud del país que ver rodar a los poderosos aunque se lleven de encuentro la economía, la estabilidad y los logros conseguidos con grandes esfuerzos.


Una señal alentadora es ver el despertar tardío de los defensores de la democracia acampando frente al Palacio de Justicia reclamando por sus derechos. Por primera vez en esta generación dejan su comodidades para pasar la noche a la intemperie, la única manera de conseguir galones en política, de obtener relevancia y respeto siempre fue sacrificando y poniendo el cuerpo.

Al margen, porque luego habrá que reconstruir ¿quedará alguna voz cuerda o ya todo se pudrió? ¿Queda alguien que no sea corrupto, que no trabaje para avanzar su propia agenda y acomodar sus fichas, alguien que sepa escuchar sin juzgar, alguien con un poco menos de odio y con un poco más de vocación de servicio?
Si anda alguno por allí sería bueno que se presente ya. Si son más de uno, mejor. No hay un momento que perder porque sin un destello de inspiración y de cordura este descalabro no lo para nadie.
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